Cuatro te ofrece en exclusiva la retransmisión íntegra de los encierros, que podrás seguir además a través de este web y de tu teléfono móvil. Nuestras cámaras y reporteros, a través de un despliegue técnico y humano sin precedentes en este acontenimiento, darán cuenta de cada detalle de carrera. La duración media es de 3.55 minutos, que se prolongan en la medida en que alguno de los astados se separa de sus hermanos. El encierro más largo se produjo el 11 de julio de 1959, con 30 minutos de duración, cuando un miura se rezagó y fue necesario recurrir a un perro para que mordiera al toro y consiguiera introducirlo en los corrales. En nuestro gráfico animado podrás ver una representación gráfica de los detalles de los encierros.
Los encierros
A las ocho en punto se dispara un primer cohete que anuncia la apertura de la puerta de los corralillos de Santo Domingo, mientras que un segundo disparo indica que todos los toros han salido. A partir de entonces, las reses y los mozos recorren los 280 metros que separan los corrales y la Plaza Consistorial. Es de pendiente pronunciada, y los toros tienden a agruparse. Es uno de los tramos más violentos y peligrosos, especialmente en el tramo final de entrada a la Plaza Consistorial.
Los 100 metros que van del Ayuntamiento a la Estafeta, por la calle Mercaderes, constituyen uno de los tramos menos peligrosos, a pesar de su doble curva. Suponen un desahogo para el corredor por ser un espacio amplio que permite correr, con múltiples lugares para refugiarse.
La calle Estafeta comienza con un giro de 90 grados a la derecha, hecho que provoca que los toros resbalen y vayan a parar contra el vallado interior. El corredor debe tomar la curva por el ángulo corto si no quiere verse atrapado.
De la Estafeta a la Bajada de Javier hay una ligera pendiente del 2%. Es un tramo largo y estrecho, y uno de los más concurridos, donde no hay otros refugios que los portales. En la Bajada de Javier, el trote de la manada se aminora notablemente camino de la esquina de Telefónica. Existe la posibilidad de que se
disgregue y queden toros sueltos, por lo que es también un tramo peligroso.
En Telefónica, apenas 100 metros dibujan el final de un embudo, perfilado por un doble vallado de madera. El cansancio ralentiza aún más la carrera y favorece un desmembramiento, situación peligrosa por excelencia. El lugar preferido de los "divinos” y de muchos inexpertos.
El Callejón tiene un tramo descendente hacia la Plaza de Toros que se va estrechando y es muy temido por el riesgo de montones humanos.
Ya en la Plaza de toros, por el centro se deja paso libre a los toros, de los que tiran los cabestros y a los que conducen los dobladores. La proliferación de inexpertos y "patas”, más exhibicionistas que otra cosa, ha hecho peligroso un tramo que no lo era. Una vez que todos los astados entran en el coso taurino suena un tercer cohete mientras el cuarto indica que los morlacos han entrado en toriles y que el encierro ha
terminado.
Waterslide Slalom
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